Hasta 2007, por razones históricas, el optalo fue considerado una especie de mineral, aunque en rigor, no lo es. Se trata de un mineraloide vinculado a los cuarzos.
Es la gema nacional de Australia. Shakespeare considerba el ópalo como un símbolo de la inconstancia, aunque los cristianos más bien lo asocian a la fideldad, las plegarias y el fervor religioso. En general se considera que es de mala suerte, a excepción de los nacidos en octubre, aunque es posible que esta creencia se base en la fragilidad de la piedra por la que los joyeros prefieren no trabajarlo.