La idea de que las líneas de la mano podrían revelar el carácter de una persona, data de la más remota antigüedad. Existen textos de origen chino y hebreo que sugieren diferentes técnicas de quiromancia. Las líneas, la forma de los dedos y los "montes" adquieren un significado simbólico para quen practica esta mancia.
En efecto, de acuerdo a la quiromancia, el caracter de cada persona y su futuro están escritas en la palma de la mano. Tres de las numerosas líneas, la del corazón, la cabeza y la vida, se consideran de particular importancia. Es la nitidez y la longitud las que suelen ser para el vidente indicadores del estado de salud, las relaciones afectivas, la personalidad e incluso el destino de la persona.
En la base del dedo índice, representa la ambición y el éxito.
En la base del pulgar, cuando es prominente, es señal una persona de buen corazón.
En la base del dedo mayor, su prominencia es signo de una personalidad muy trabajadora.
En la base del meñique, habla de la capacidad para la comunicación.
Frente al monte de venus, se relaciona con la imaginación.
Entre el monte de Mercurio y el monte de la Luna, su prominencia es indicador de agresividad.