En todos los tiempos y culturas, el cuerpo humano fue interpretado estotéricamente como una multiplicidad de dimensiones que, del mismo modo en que el cuerpo sostiene y vitaliza la estructura física, representa también un vehículo específico para otras funciones además de la vital que comprenden la mente, la emoción y la espiritualidad.
Según esta perspectiva existen cinco dimensiones:
El cuerpo Etérico
El cuerpo Físico
El cuerpo Mental