Amuletos y talismanes han desempeñado un importante papel en numerosas culturas y lo siguen haciendo aún en nuestro días. Desde la antigua civilización egipcia hasta las culturas precolombinas y orientales, siempre le han atribuído poderes sobrenaturales a las piedras preciosas. Así, había piedras que controlaban los elementos, calmaban tormentas y mares agitados, otras eran capaces de ejercer influencia sobre el cuerpo humano, poseer poderes curativos y generar bienestar.
A esta piedra se le atribuían poderes curativos para la vista. Según Santa Hildegarda, el paciente debía sumergir un topacio en un vaso de vino durante tres días. Trancurrido ese tiempo, debía frotar sus ojos con la piedra humedecida antes de acostarse. Durante el siglo XV, se creía que el topacio podía incluso curar las llagas de la peste.
La turquesa era muy preciada en mesoamérica y se empelaba para la representación de los dioses; se ataba a las armas para segurar la puntería. Los aztecn la denominaban incluso "piedra de los dioses". En Egipto, se creá que la turquesa tenía poderes protectores. Es un símbolo del valor.
Al igual que el lapizlázuli, simboliza el azul de los cielos y también las cualidades celestiales de la verdad , la castidad y la contemplación. En forma de estrella, el zafiro es un poderoso amuleto de buena suerte. Se cree que sus tres ejes de luz, representan la fe, la esperanza y el destino.
Se cree que llevar la piedra que correponde al mes del nacimiento trae buena suerte. La tradición asigna las siquientes piedras para cada mes:
Aguamarina
Peridoto
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